"Todo Comenzó en Curanilahue"


Si Jesús naciera hoy en Chile, lo más probable es que lo haría en una mediagua, en un campamento. Es ahí, en la pobreza, donde el Hijo de Dios se hace "profundamente humano", dice el autor, "porque nos invita a hallarlo y reconocerlo en lo cotidiano, como uno más de nosotros".

A partir de la experiencia de los jóvenes de Un Techo para Chile, que se inició en Curanilahue, Felipe Berríos nos convoca a hacernos parte de una cultura y una Iglesia que busquen romper las estructuras que generan pobreza e injusticia. El texto relata cómo al trabajar mano a mano con los más desposeídos, los jóvenes descubrieron y se comprometieron con una causa que le otorga sentido a sus vidas. Sin embargo, el libro no se queda en la anécdota, en lo circinstancial o en lo evidente, sino que va a la raíz de los conceptos y las actitudes, que limitan el cambio hacia una sociedad más ecuánime. En este sentido, y como afirma en el prólogo el padre Fernando Montes, esta obra es una "gigantesca toma de conciencia".

Todo comenzó en Curanilahue... no sólo está dirigido al mundo católico. Es una voz que le habla a toda la sociedad, para alcanzar un cambio social trascendente.

Información Recopilada desde:
www.santillana.cl/grupo/sello_aguilar/catalogo/detallelibros.php3?codiglib=1822


El fenómeno "Lost"

¿Qué hace que la serie sea todo un fenómeno?

¿Por qué nos identificamos de una u otra forma con esos “perdidos” en medio del bosque y de las aguas?

En primer lugar hay algo más allá, en las sombras… que llena cada escena de suspenso. Además, en cada uno de ellos hay una historia personal, única, la mayoría de las veces llena de dolor, que se va develando poco a poco. En la medida que estos desconocidos trabajan juntos, van creando vínculos de confianza que les permitirán avanzar unidos tras un profundo y a la vez simple deseo: sobrevivir.

Si bien la amenaza inicial parecen ser ellos mismos, desde el compartir y el reconocerse, dicha amenaza se traslada paulatinamente al exterior: hacia una fuerza desconocida o bien hacia aquellos que ellos suelen llamar “los otros”.

También en el Chile de hoy nos sentimos amenazados. Día a día nos mostramos los dientes, tratando de que nadie se interponga en nuestro camino. Vemos al que va a nuestro lado como un potencial “rival”, que puede atentar contra nuestros intereses. ¿Cuán cierto es esto en dimensiones tan disímiles como la política, el mundo empresarial, la vida universitaria o en nuestras propias relaciones de amistad y/o familiares?

¿Seguiremos educando en Chile para la cooperación o lo haremos para la competencia despiadada y sin tregua?

Independiente de las miles de explicaciones e interpretaciones que podamos sacar de la serie, esa simple premisa se transforma en un tremendo desafío para nosotros.

Si quieres leer completa ésta columna de opinión, visita:
www.lasegunda.com/ediciononline/especiales/zonaopinion/cuevas/8/index.asp

Machuca y su vigencia (Cristian Torres)

Todos ustedes han oido hablar o mejor dicho, quizás han visto la pelicula “Machuca”.

Como todos bien sabemos, la pelicula esta ambientada en los años 70, en momentos en que el país estaba viviendo una situación muy compleja en plano politico, económico y social. Considerando que en el país, es complicado hablar de esos años (a pesar del tiempo que ha pasado) a este director (Andrés Wood) se le ocurrió hablar de esos años, pero con la perspectiva de los niños; una postura un poco más inocente y que no juzgara tanto el pasado.

Para algunos quizá fue impactante recordar años tan complicados, y para otros (como yo) era un oportunidad para imaginar como fue la situación que vivieron nuestros padres y abuelos.

Si bien pudieron haber impactado los hechos de sangre y como ellos llevaban a la autodestrucción de nuestro país, lo que más me impacto fue otra cosa; como después de más de 30 años todavía puedan existir familias viviendo en campamentos como lo hacían en esos tiempos en las poblaciones “Callampas” y finalmente lo que más me marcó, fue un dialogo entre el Padre de Machuca y su hijo, cuando lo encuentra con Infante diciendo el dialogo más o menos así:

- El padre le habla a machuca: “Hola, ¿Y quien es ese cabro que te acompaña?” ; “Es un amigo” responde Machuca, a lo que el Padre le dice en tono burlesco “Un amigo?” luego vienen las palabras del Padre que me desgarraron “Un amigo?...Tú, en 10 años más vas a estar lavando baños y ¿El?...va a estar estudiando en la Universidad – Tú, en 20 años más vas a estar lavando baños y ¿El?...va entrar a trabajar a la empresa de su papito – El en 30 años más va a ser dueño de la empresa de su papito y tu?...adivina, vas a estar lavando baños…amiguito”

Después de mi trabajo en campamentos, construyendo mediaguas, visitando los cursos de INFOCAP en campamentos, acompañando a las familias en su trabajo, veo como muchas veces ese dialogo toma vigencia. Después de 30 años!!!! Y para algunos, todavia tiene vigencia.

Hay muchas familias y personas que sienten que su destino ya está escrito, que independiente de lo que hagan, su situación no podrá cambiar. El punto es que esto se trasmite.

¿Porque creen que los niños dejan de ir a la escuela?, ¿Por qué es muy fome? No señores, principalmente porque sienten que da lo mismo, que su situación no va a cambiar y que finalmente es tiempo perdido, ya que es mucho más conveniente que ese niño empiece a trabajar, o peor, puede terminar en la calle en un mundo de drogas y alcohol.

Mi invitación no es a lamentarse por lo anterior, sino a que estas cosas nos deben doler la “guata”, y hacer pensar el tipo de sociedad que estamos construyendo. ¿Es esto lo que queremos?, ¿Es lo que queremos para nuestros compatriotas? Quizás todos creamos que es injusto, pero finalmente no basta con creer que es injusto y que alguien tendrá que resolverlo. Debemos preguntarnos que debemos hacer ahora para que en 30 años más, es decir, 60 años desde donde esta ambientada la pelicula, ese diálogo no siga teniendo vigencia.


Cristian Torres Figueroa
Voluntario Director Regional Campaña Sence 2006
UTpCh - Concepción

“La paja en el ojo ajeno” o “En casa de herrero chuchillo de palo” (Boris Muñoz)

¿Tiene coherencia, y por lo mismo credibilidad, alguien que reprocha a otro, lo que él mismo (no) realiza?...

Existen personas en la actualidad que critican a las “personas de campamento” por su “falta de compromiso” en el “querer salir de esa situación”… Pero, ¿Son culpables por estar frustrados y desesperanzados debido a la falta de oportunidades y vulneración de derechos que han vivido, en muchos casos, durante generaciones, o a lo menos años?...

Todos los problemas se solucionarían si, al momento de enfrentar la disyuntiva, nos pusiéramos sólo un segundo en los zapatos del otro; pero como aquello no es posible, debido a que de esta forma la vida sería demasiado perfecta para ser real, sólo queda lo que, dentro de la imperfección inherente a la humanidad, hemos denominado “EMPATÍA”, es decir, “la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”.

¿Cómo podemos pedirles a los pobladores de campamentos que participen en alguna agrupación que busque la solución a sus problemas –Juntas de Vecinos, comités, etc-, si nosotros, que conocemos todos los beneficios que aquello implica, no hacemos lo propio en otros ámbitos de la vida?... Es cierto, sus necesidades son más concretas comparadas con las nuestras (falta de servicios básicos, hacinamiento, incultura, etc.), sin embargo las carencias de las personas que no vivimos actualmente en campamentos, si bien muchas veces no son tan evidentes como aquellas, no por ello dejan de ser trascendentes o no solucionables a través de alguna forma de organización, de las que por cierto, poquísimas veces participamos -si es que alguna vez lo llegamos a hacer- (información parcializada de parte de los medios de comunicación, sistema previsional fracasado, educación mediocre, inequidad, etc.).

¿Quién es más culpable?... ¿aquel que sólo conoce los problemas y trata de solucionarlos como puede o como cree que es lo más beneficioso y concreto? o ¿aquel que conoce la solución y no hace aquello para lograrla?... Nuevamente reaparecen las contradicciones de la vida, “en casa de herrero cuchillo de palo”, y las incoherencias de la misma, “la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio”.

A lo menos, en estos tiempos sin convicciones ni ideales, tengamos empatía y coherencia, y no PATUDEZ.

BORIS ALFREDO MUÑOZ ALCATRUZ (22)
Estudiante de Derecho - Udec
Voluntario Coordinador Proceso Organización Comunitaria
Área Campamentos – “Un Techo para Chile” - Concepción

Derribando Mitos: “La descalificación de los pobres” (Adriana Fernández)

“El verlos como personas inferiores, casi sub-humanas por su pobreza material... afecta su autoestima y su dignidad”

El considerar a las personas en condición de pobreza, como individuos sin derechos ni dignidad ha impedido un cambio de la visión humana que ellos merecen...que ellos necesitan.

En sociedades como la nuestra, tan segregada y excluyente, se hace necesario enfatizar que una sociedad democrática, con plena ciudadanía debe otorgar las condiciones mínimas de vida a todos sus habitantes.

De ahí surge la importancia que juegan los vínculos y las redes sociales que se tejen entre los más pobres de la sociedad y aquellos pertenecientes a un mundo lejano y desconocido. Contactos relevantes a la hora de superar la condición de precariedad e iniciar procesos de movilidad social. Entendiendo que estos sujetos poseen recursos y capacidades, como capital humano, recursos como bienes materiales, capital de trabajo, capital social y capital familiar, que deben movilizar para aprovechar las oportunidades de su contexto próximo.

Bajo esta concepción, la Fundación Un Techo Para Chile, establece sus principales líneas de acción, insertándose en los campamentos a través de una intervención integral que apunta al desarrollo de las habilidades y competencias en las personas, familias y comunidades, con el objeto que estos, mediante un trabajo conjunto entre voluntarios y pobladores y a su vez, éstos con sus comunidades, fortalezcan su organización, aprovechen las oportunidades que genera el entorno y así se empoderen para superar su condición de pobreza de forma autónoma y sustentable.

“Cuando la capacidad de los pobres es alentada, o por lo menos no obstruida, los resultados productivos son muy relevantes”

Trabajar en conjunto con una comunidad que vive en campamentos, comprendiendo que ellos son sujetos que tienen mucho que aportar, se considera un proceso de crecimiento recíproco, en que nuestro acompañamiento se traduce en el simple hecho de despertar la convicción de las familias, de que con esfuerzo su horizonte no tiene fin.

La convivencia entre el voluntario y el más pobre. Esa complicidad marcará para siempre ambos rumbos. El voluntario afina el espíritu y toma conciencia; entrega su tiempo y se compromete a con pasión. El pobre adquiere dignidad y esperanza que lo estimulan a superarse. Ya no está solo, sabe que hay un grupo de jóvenes que comparten sus sueños.

Ambos ganan el que da y el que recibe. Es esa magia la que se ha ido transmitiendo de boca a boca y que ha movilizado a miles de personas, familias y empresas a lo largo de nuestro país.

Eso es lo que ha ocurrido en nuestro país y por supuesto es nuestra región, en donde el trabajo mano a mano entre jóvenes y pobladores ha forjado un conjunto de cambios sociales, políticos y materiales.

ADRIANA FERNÁNDEZ
Directora Social

UTpCh Concepción

Chileni - dead (Nicolás Contreras)

A un mes de haber celebrado las fiestas patrias y no nos queda más que las lamentaciones de lo gastado luego de la juerga y nuestros festejos “patrióticos” de un largo fin de semana.

De patriotismo mejor ni hablar ¿Dónde quedaron las cuecas, la comida típica y las banderas flameando?

Nos aflora nuestra “chilenidad” cuando ganamos en fútbol y cuando se trata de ser superiores al resto de los países sudamericanos, porque obviamente con países europeos no podemos, nos achunchamos y terminamos encontrando que todo lo que ellos hacen está bien. Nos autodenominamos chilenos por el hecho de festejar, sin saber que, en un par de días que según el calendario son feriados, lo hacemos entre reggaeton, empanadas compradas en supermercados y tantos otros elementos más propios de nuestra real cultura chilena.

Nos llenamos la boca hablando de nuestro país; lo hacemos orgullosos y nos creemos más chilenos que la chicha con empanadas solo por excursionar en las raíces ya olvidadas de un criollismo cínico, porque dejamos por un par de días la televisión, el paseo por el mall, porque nos mezclamos entre el olor a milico transpirado y a mierda del rodeo… o quizás por los 110 millones de dólares que nos gastamos atribuidos a los festejos dieciocheros (informe de la Cámara de Comercio de Santiago).

¿No nos da vergüenza que el 69% de los chilenos no sabía que se celebraba el 18 de Septiembre? O que a la hora de preguntar ¿qué significa la chilenidad? Un 27% de la población asoció el concepto a empanadas y un 24% con la cueca (estudio realizado por la empresa de estudios y análisis de mercado CIMAGROUP, que contempló 714 entrevistas telefónicas en las regiones Metropolitana, Quinta y Octava).

Aquí y ahora se está construyendo una chilenidad tan falsa como las banderas que serpenteaban en las fondas.

Nosotros los jóvenes… ¿seremos capaces de revertir esta realidad?...

¡Intentémoslo!

Nicolás Contreras Ferrada
Voluntario Coordinador Plan Salud
UTpCh Concepción

Editorial 1a Edición

Este boletín, nace como inquietud de un par de voluntarios de Un Techo para Chile – Oficina Concepción, que viendo la necesidad de comunicación existente en esta sociedad en que encontramos cada vez más “des-información”, vendida como “información” de parte de los medios, han decidido crear esta forma de comunicación interna en nuestra oficina (interno por ahora, esperemos), en que deseamos plasmar nuestras inquietudes y experiencias como parte de esta organización, abriendo un espacio para todos los que quieran comunicar.

Nuestra intención al realizar este boletín (que aparecerá en forma quincenal en la oficina), es demostrar que la Fundación “Un Techo para Chile”, no es sólo un centro rígido de voluntariado, sino que permite y abre espacios a quienes desean emprender y realizar sus propios proyectos dentro de los valores, visión y la misión que la institución entrega.

Esperamos que este pequeño esfuerzo inspire a otros a llevar a cabo nuevos proyectos en distintas áreas, demostrando que muchas veces la falta de dinero, es sólo una excusa para ocultar la desidia o falta de interés.

Se crea un nuevo espacio para ustedes...

Comité Editorial “Pilote Maestro”