Falsos Discursos (Hugo Aparicio)

“Durante décadas todo Chile ha olvidado la real definición de campamento, tal vez por comodidad, por costumbre o por simple conveniencia”

¿Quién sabe lo que es un campamento?, ¿Porqué se denomina así en Chile lo que en Perú se llaman asentamientos humanos, o en Brasil favela?

Si hiciéramos una encuesta sobre la primera pregunta, lo más seguro es que la gran mayoría respondería que un campamento es el lugar donde viven los sectores más pobres y vulnerables de la sociedad, los “asentamientos precarios chilenos.” Una afirmación como esta, que parece tan cierta y clara, tiene un pequeño gran problema, un juego del lenguaje que nos hace ver las cosas como absolutas e inmutables.

¿Porqué definir campamento como el lugar donde viven los sectores más pobres de la sociedad? Al partir de ésta premisa comenzamos mal, si observamos lo que dice el diccionario de la Real Academia Española, campamento significa: 1. Acción de acampar. 2. Instalación eventual, en terreno abierto, de personas que van de camino o que se reúnen para un fin especial. 3. Lugar al aire libre, especialmente dispuesto para albergar viajeros, turistas, personas en vacaciones, etc. Es evidente que lo que más se resalta en esta definición es la afirmación de que es un lugar de tránsito, en ninguna parte dice que es donde “vive un grupo de personas.

No debemos olvidar que el lenguaje, más que crear realidades es una representación de estas. Cada vez que hablamos, estamos comunicando una interpretación, nuestra interpretación de la realidad y, francamente, yo no quiero que un campamento sea el “lugar donde viven los más pobres de la sociedad”.

Durante décadas todo Chile ha olvidado la real definición de campamento, tal vez por comodidad, por costumbre o por simple conveniencia, pero ya está bueno… Es hora de decir las cosas por su nombre, los campamentos son lugar de tránsito y ha llegado el momento de transformar el discurso en verdad. Nuestra misión es que esa estadía sea lo que por definición es, es decir, pasajera.

En nuestras manos está el cumplir este objetivo, y cuando digo “nuestras manos” me refiero a toda la sociedad. No sacamos nada con ser un “grupito de locos” mientras todo el resto sigue viendo a los campamentos como el lugar donde “viven” los más pobres.

Como voluntarios de Un Techo para Chile, nuestra principal meta es (er)radicar los campamentos, es decir, hacer que estos realmente sean un lugar de tránsito.

Pero eso no basta. Somos parte de un todo y si la pobreza es un mal de la sociedad es esta en su conjunto quien debe hacerse cargo. Debemos emplazar a quien está a nuestro lado, sin miedo ni temor, decirle que el lenguaje lo ha cegado y que de él depende, como de todos nosotros, que de una buena vez por todas los campamentos sean lo que su definición con tanta convicción – quizá más que la de nosotros mismos – afirma.

Quizá quién y porqué razón denominó por primera vez a los asentamientos precarios campamentos, eso la historia se lo guarda para ella, pero sea quien sea y por la razón que sea, nos hizo un gran favor; la fuerza de las palabras está de nuestro lado, sólo hay que saber utilizarla y no aceptar falsos discursos.

Hugo Aparicio Molina
Coordinador Centro de Investigación Social (CIS) - Concepción

7 comentarios:

  Anónimo

sábado, noviembre 18, 2006 1:15:00 a.m.

Me parece insólito, según los argumentos de Hugo, que queramos a toda costa imponer NUESTRA META en los campamentos... hacer de ellos lo que nosotros queremos, (er)radicarlos.
Un breve alcanze para precisar mi postura. Decir que la "pobreza es un mal de la sociedad" se contrapone totalmente frente a tantos personajes de la historia que han tomado una libre y verdadera opcion de vida dentro de esta realidad, llegando incluso a ser muchos de ellos santos.
Sin duda, somos nosotros los que hemos hecho de la pobreza algo tan urgentemente malo, que queremos a toda costa sacar a la mayor cantidad de gente de esa situacion.
No nos fijemos en las definiciones de la RAE, fijemonos en lo que quieren los pobladores y a partir de eso dirijamos nuestras fuerzas.
Nos queda mucho aun por trabajar.

  Anónimo

sábado, noviembre 18, 2006 12:25:00 p.m.

Creo que además de acabar con los campamentos, es super importante preguntarse porque una familia llega a tomar tan fuerte desición de irse a vivir a uno. Es allí donde también tenenemos que colocar nuestros esfuerzos, en como estamos construyendo sociedad. Además, y si alguien en su legito derecho quiere vivir en esas condiciones, que vamos a hacer?...

  Anónimo

sábado, noviembre 18, 2006 5:00:00 p.m.

Quizás estamos tan sumergidos en nuestra labor de terminar con los campamentos, o más que eso, vivir en un pais con una sociedad más justa, que se nos olvida escuhar las voces de las personas para las cuales va dirigidos nuestro trabajo, que és lo que ellos quieren, piensan, sienten.... hace un unos dias surgío esta inquietud, y la palabra "campamento" no es querida por muchos, cuantas veces la utilizamos, incluso al hablar con los pobladores, pero nos preguntamos ¿qué piensan ellos de esta denominación, les gusta, se sienten cómodos? ¿qué reacción les genera?.
no sé si todos lo tienen claro

  Anónimo

sábado, noviembre 18, 2006 10:16:00 p.m.

1° Creo que en ningún caso la opición de Hugo se contrapone con el hecho de escuchar y hacer lo que los pobladores anhelen...}

2° ¿Que hacer si alguien piensa distinto a mi (por ejemplo que desee vivir en un campamento)?... La respuesta es ser coherente, o sea, actuar, hablar, inclusive convencer a otros de lo que pienso... y eso no tiene por que ser autoritario ni mucho menos, simplemente coherente.

3° Tenemos que hablar de campamento, de pobreza, de indigencia, de vilencia intrafamiliar, etc... BASTA DE EUFEMISMOS, si les duele a las autoridades, a los pobladores o a nosotros como sociedad, no es culpa de la palabra ni su significado...

  Anónimo

domingo, noviembre 19, 2006 1:29:00 a.m.

Me parece que el tema central del trabajo del voluntario se esta desviando totalmente.
Que importa el nombre de los lugares donde viven las personas a las que pretendemos "ayudar"?
Si campamento significara acaso "lugar donde se vive para siempre" cambiaria entonces nuestra vision como voluntarios y no actuariamos solo por un asunto de significado?
Yo creo que es hora de dejar la semantica a un lado, y concentrar el trabajo en lo que de verdad importa, y eso no es precisamente ir a tratar de cambiarle la vida a los pobladores, ni imponerles un nuevo estilo de vida, ni tratar de erradicarlos o radicarlos a como de lugar. Pienso que el objetivo real que perseguimos, o que por lo menos creo que deberia perseguirse, es el poder brindarle a los vecinos de un campamento la posibilidad de que conozcan otras realidades, darles las herramientas para que ellos sean los que construyan su futuro, no limitandose solo al tema de la vivienda, sino en muchos ambitos mas. El punto es que tengamos las mismas oportunidades y que los pobladores sean los que tomen la decision. A nadie debe imponersele un estilo de vida. Existe una palabra llamada RESPETO la cual debemos tener en consideracion. Nuestro interes deberia centrarse en tratar de dar posibilidades u oportunidades distintas y quizas dar un poco de orientacion en el camino que un poblador quiera seguir, pero ningun caso tratar de convencerlo de alguna cosa. Eso esta muy lejos de mi objetivo como voluntaria, personalmente. Si el objetivo del voluntario es ir a convencer a un poblador de que debe dejar el campamento o que debe "mejorar" o "cambiar" su estilo de vida, creo entonces que he estado equivocada todo este tiempo y que mi trabajo no tiene el mismo norte que el de los demas.
Mi interes se centra en dar a conocer opciones, tratar de dar herramientas para que tengan las mismas oportunidades que toda la gente, pero esta en ellos la desicion.
Me parece que antes de ponerse a trabajar en terreno, hay cosas que a nivel de voluntarios hay que dejar en claro, entre otros, el verdadero objetivo de nuestro trabajo en campamentos.

  Anónimo

domingo, noviembre 19, 2006 4:03:00 p.m.

Creo que el sentido no es tratar de imponer a alguien una forma de vivir u actuar; el sentido es que nosotros tenemos conciencia (o almenos espero que la mayoría de los que trabajamos semana a semana en los "campamentos" la tengan);conciencia del concepto de dignidad, de justicia,conciencia debemos utlizar. Me parece totalmente errada y hasta comoda la imterpretación que se ha dado al artículo del voluntario ApariciO. No tratemos de conformarnos pensando "positivamente": tal ves a la señora juanita, le gusta vivir en una mediagua, sin alcantarillado,con escasa agua potable, ganar miserables 80 mil pesoso mensuales que apenas le alcansan para alimentar a sus 3 hijos, alimentación, que por cierto en ningún caso es comparable a la recibimos en nuestros hogares. Si queremos otogar posibilidades herramientas,si queremos que las personas realmente sientan la nesecidad de tomarlas, ¿no les parece que nesecidades tan básicas y escenciales para el ser humano, sea este "santo" o "miserable", como una vivienda de uso util al menos por mas de 15 años, un inodoro donde poder hacer sus nesecidades sin riesgo de contraer infeciones y enfermedades sean saldadas?, ¿no les parece un poco de DIGNIDAD?.La vivienda, el hogar, es una herramienta es una posibilidad. No es autoritarismo decir nuestro objetivo debe ser erradicar o radicar; es consencuencia con nuestra conciencia,es dignidad; pero , ojo, solo es el primer paso en pro de la justicia social.
Demosle a la realidad de la pobreza el significado crudo que tiene,no lo decoremos con positivismos insipidos, si queremos y creemos poder cambiar el mundo abofetiemos la realidad, ante de que esta nos abofetee a nosotros.

  Anónimo

lunes, noviembre 20, 2006 9:53:00 a.m.

Y si le cuento a las familias que hay otra forma de hacer las cosas, que hay otra forma de vivir de hacer las cosas. La estoy obligando a cambiar? o le estoy mostrando que las cosas pueden ser distintas? Además, creo que cada uno hace lo que quiere hacer. Aunque le contemos que es mejor vivir de otra forma o lo que sea, si esa persona en verdad no quiere cambiar las cosas, nada sucederá.
También uno se podría perguntar porque no quiere cambiar las cosas ¿Es porque en verdad no quiere? ¿O será que a lo largo de su historia de vida se ha convencido de que nada puede cambiar?...Para saber ello debemos trabajar y conocer al otro, porque es lo más seguro que en la intimidad de una conversación podremos despejar esas dudas.

Saludos